Case IH cuenta con una novedosa tecnología que implementó en su fábrica de Córdoba, basada en la minimización del uso energético, residuos derivados y recursos naturales. La compañía aspira a lograr la excelencia en el marco del Word Class Manufacturing, asegurando el cumplimiento de la legislación local.
La metodología que se emplea en el complejo fabril se apoya en la colecta selectiva de residuos que son destinados a la isla ecológica donde se clasifican según su capacidad de reciclado, recuperación o reutilización.
La planta está relacionada con más de una veintena de proyectos vinculados al medioambiente y, entre algunos de los procedimientos que realiza, trata afluentes físicos, químicos y biológicos que reducen el impacto ambiental. Estas innovaciones proyectan a que la marca logre la certificación de la norma ISO12001 en diciembre de este año.