La visibilización de la mujer en el campo crece día a día y la historia de María Laura Eyherabide, cliente de Case IH, marca de CNH Industrial, es un ejemplo de ello, donde la pasión y la trayectoria son pilares que caracterizan a este rol.
Desde Navarro, provincia de Buenos Aires, cerca de los límites con Chivilcoy y 25 de Mayo, la empresa encabezada por María Laura Eyherabide ofrece servicios de siembra y cosecha en los campos bonaerenses, en unas 370 hectáreas donde se cultivan soja y maíz. “Lo nuestro es algo familiar, realizamos las tareas de agricultura y ganadería. Hacemos todos los trabajos con maquinaria propia, desde el laboreo de la tierra, la siembra y la cosecha, e incluso tenemos nuestro equipo para hacer los rollos para el ganado”, explicó la productora.
Para desempeñar las tareas, la empresa cuenta con una cosechadora Axial-Flow modelo 2388, utilizada para recolectar los cultivos, y un tractor Puma 190 empleado para la preparación de la tierra, la siembra y la elaboración y colecta de los rollos para ganadería, entre otras actividades. “Son equipos muy versátiles, con mucha tecnología, que nos permite trabajar con más comodidad, y seguridad. Además, cuentan con un excelente servicio postventa que hace que uno se sienta tranquilo al momento de trabajar. Con Rural Repuestos S.A., nuestro dealer de confianza en la zona, nos sentimos apoyados en todo momento, ya que nos brindan atención en cualquier momento del día, no importa donde esté trabajando tu máquina, ellos van”.
Aliada con su esposo en la dirigencia de la compañía, María Laura cuenta que “la parte que más me gusta de mi tarea en el campo es la de operar los tractores y la cosechadora, además de montar a caballo cuando debemos trabajar con la hacienda”, y agrega: “se puede decir que desde que nací estoy en el mercado. Me crié en el campo, siempre viví aquí y uno a cada trabajo que realiza lo lleva en la sangre. Se aprende desde la niñez, viendo a los mayores haciendo primero las cosas sencillas pero no menos importante, como juntar los huevos, alimentar las gallinas, ayudar en el arreo del ganado y de a poco comenzar a manejar los tractores. Del campo me gusta todo, su tranquilidad, su naturaleza y los pequeños regalos que te da cada día”.
Para María Laura “la mujer siempre estuvo vinculada al agro, solo que lo hacía de una manera más a ‘escondidas’. El qué dirán, ‘eso es trabajo de hombres’, siempre estuvo. Nada más equivocado, porque la mujer fue, es y siempre será muy capaz de realizar las tareas rurales como cualquier otra cosa que se proponga. Para quienes dicen que la mujer no tiene la fuerza del hombre, deben recordar la famosa frase, ‘más vale maña que fuerza’. La mujer es un eslabón clave para el futuro del campo desde lo familiar, laboral y empresarial”.
Reflexionando sobre las dificultades que vive la mujer profesional en el agro, afirmó: “Quedan algunos sectores en los que se piensa que una mujer no puede o no debe salir al campo a realizar determinadas tareas, pero por suerte eso de a poco va cambiando. En mi caso, no me gustaría tener ventajas por ser mujer, me gusta el hecho de conseguir algo porque me lo merezco. Tanto a nivel personal como empresarialmente, buscamos seguir mejorando, progresando y disfrutando de lo que más me gusta, el campo”, y finalizó con una reflexión: “A las mujeres, si les gusta el campo, anímense, todo es posible, sólo hay que dedicarse y hacer lo que a una le gusta”.